En caso de ingestión, las pilas de botón pueden provocar daños graves a los órganos internos, con consecuencias fatales en pocas horas.
A continuación le indicamos cómo prevenir las lesiones causadas por este tipo de pilas. Puede salvar la vida de un niño. ¡Corra la voz!
En caso de ingestión, la pila de botón entra en contacto con la saliva. Eso provoca una reacción química que puede causar quemaduras internas y dar lugar a lesiones graves o incluso la muerte.
Las baterías de ion-litio son las más peligrosas en caso de ingestión.
Cuando un niño se traga una pila de botón, no suele mostrar síntomas evidentes inmediatos. A veces parece que se está ahogando, le duele el pecho, empieza a toser o a respirar ruidosamente, sangra por la nariz o tiene hemorragia intestinal y fiebre.
Si sospecha que un niño se ha tragado una pila de botón, llévelo inmediatamente a urgencias.
Guarde las pilas de botón y los dispositivos que las contengan fuera del alcance de los niños.
Asegúrese de que los niños no puedan coger las pilas que queden en los paquetes abiertos.
Compruebe que los productos con pilas de botón no puedan abrirse fácilmente.
Elimine inmediatamente las pilas de botón usadas. Las pilas agotadas también pueden ser peligrosas.
Actúe con rapidez y vaya inmediatamente a urgencias.
No le dé de comer ni de beber.
No le haga vomitar.
Lleve el aparato o el embalaje original de la pila para que el médico pueda identificar su modelo y su composición química.